jueves, 18 de diciembre de 2008

El descubrimiento de la Atlántida



Así que los antepasados atlantes viajaron a Barcelona (Barcino entonces) para algún tipo de intercambio, es decir, su ciudad no debería estar muy lejos de nuestras costas. Entonces se me encendió la luz. Tracé una línea imaginaria entre los tres puntos remarcados en el gélido mapa. Describía un triangulo peculiar, el baricentro del cual supuse que sería una localización interesante (como se ve en la imagen). ¡Ya lo tenía! ¡Ya sabía la ubicación de la Atlántida! Salí corriendo del despacho comunicando la noticia, habíamos descubierto algo grande. Quien quiera encontrarme, de ahora en adelante, sabe dónde buscar. Entre la bota de Italia y la isla de Córcega existe un fondo marino irregular, con muchas depresiones y cambios de profundidad. Estaré allí hasta que, definitivamente, me encuentre con la ciudad perdida de la Atlántida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario